Preplantar correctamente las plantas: Consejos para empezar bien el año en jardinería

La presiembra ofrece muchas ventajas: Prolonga la temporada de cultivo, permite cosechar antes y protege las plantas jóvenes de las inclemencias meteorológicas. Hay algunos puntos importantes que debes tener en cuenta para garantizar el éxito de tu cultivo.

El momento adecuado

El momento ideal para el cultivo depende de la planta en cuestión. Las plantas sembradas demasiado pronto pueden crecer demasiado deprisa y debilitarse, mientras que las sembradas demasiado tarde no tendrán tiempo suficiente para desarrollarse.

Los siguientes meses pueden servir de guía aproximada para la siembra:

  • Tomates, pimientos y guindillas: de febrero a marzo, ya que necesitan un largo periodo de desarrollo.
  • Cucurbitáceas (calabacines, calabazas, pepinos): a partir de abril, ya que crecen más rápido y son sensibles al frío.
  • Flores como girasoles o caléndulas: a partir de marzo para que florezcan a tiempo.

La mejor manera de encontrar el momento adecuado para sembrar tus plantas es seguir las instrucciones de los paquetes de semillas. Si no quieres precultivar tus plantas, sino sembrarlas directamente en la jardinera, ten en cuenta también las condiciones meteorológicas de la región. La fecha de la última helada en tu región puede ayudarte a determinar el momento óptimo para sembrar.

Sustrato y recipientes adecuados

Para el cultivo es adecuada una tierra para macetas baja en nutrientes, ya que la tierra para macetas convencional suele ser demasiado rica en nutrientes y puede hacer que las plantas crezcan demasiado rápido y se vuelvan inestables.

Los recipientes adecuados son:

  • Macetas y multi-macetas: Especialmente prácticos para plantas individuales, ya que facilitan el trasplante posterior.
  • Bandejas de cultivo: Ideales para semillas pequeñas que necesitan ser pinchadas después de la germinación.
  • Cartones de huevos o recipientes reciclados: Una alternativa sostenible para los jardineros aficionados.

Asegúrate de que todos los recipientes tengan agujeros de drenaje para evitar que se encharquen.

Luz y temperatura

La mayoría de las semillas necesitan una temperatura media de entre 18 y 24 °C para germinar con éxito. Tener luz suficiente es esencial para un desarrollo sano. Coloca los recipientes de cultivo en un alféizar luminoso. Dependiendo del invierno, puede que no haya suficiente luz diurna en febrero o marzo. Si quieres crear unas condiciones óptimas para tus plantas, una lámpara para plantas puede ayudar a optimizar el crecimiento. Sin luz suficiente, las plantas suelen crecer demasiado deprisa y se vuelven delgadas e inestables (enmohecidas).

Regar correctamente

Mantén el sustrato uniformemente húmedo, pero evita el encharcamiento. Utiliza un pulverizador o una regadera con un chorro fino para no dañar las plantas.

Pinchazos y endurecimiento

En cuanto las plántulas hayan desarrollado sus primeras hojas, es el momento de pincharlas, separarlas con cuidado y trasplantarlas a macetas más grandes. De este modo, las raíces tienen más espacio para desarrollarse, lo que fortalece la planta. Al trasplantar, hay que ser lo más cuidadoso posible con las raíces y lo mejor es agarrar la planta por el cotiledón para no dañarla.

Es importante endurecer un poco las plantas antes de plantarlas definitivamente al aire libre. Para ello, hay que aclimatarlas gradualmente a las condiciones del exterior:

  • Los primeros días, colócalas al aire libre en un lugar protegido durante horas.
  • Amplia la duración diariamente para aumentar lentamente el viento y la luz solar.
  • Al cabo de una semana, las plantas pueden plantarse de forma permanente en una jardinera.

Estos consejos te ayudarán a cultivar tus plantas con éxito y a empezar la temporada de jardinería con buen pie. ¡Pruébalo y disfruta del placer de la jardinería!